Restauración digital
Reconstruyendo el pasado
El proceso de restauración de una foto antigua y ajada como ésta no es excesivamente complicado, pero sí bastante laborioso. Si tienes curiosidad por saber cómo puede hacerse sigue leyendo. El primer paso, lógicamente, consiste en escanear la foto original para poder trabajar con ella posteriormente. En principio cuanta mayor sea la resolución mejores resultados será posible obtener, pero ay, también llevará más tiempo alcanzarlos. Dependiendo del objetivo final se puede llegar a un compromiso en este punto. Si lo que se pretende es imprimir después la foto a tamaño póster no habrá más remedio que emplear una resolución altísima para que quede bien. Si se va a imprimir a un tamaño normalito (digamos 10x15) o publicarla en una página web como es nuestro caso, podemos conformarnos con una resolución más baja. En este ejemplo concreto la foto original medía aproximadamente 10x7 cm, y la escaneamos utilizando una resolución de escáner de 300 ppp (300 píxels por pulgada). El resultado fue una imagen digital de 980x748 píxels. Con respecto al formato de la imagen pasa lo mismo que con la resolución. Cuanto más ambicioso sea el objetivo mejor deberá ser el formato. Para imprimir un póster lo ideal sería guardarla en un formato sin comprimir, como por ejemplo el BMP (mapa de bits) estándar de Windows. Para nuestro caso podíamos permitirnos un formato comprimido como es el JPEG (utilizamos un factor de compresión de 10), que ocupa muchísimo menos espacio en el disco duro y en la memoria del ordenador (en la que se alojará la imagen mientras se está utilizando) y permite trabajar más deprisa. Ahora que tenemos nuestro archivo en el disco,
lo abrimos con un programa de edición fotográfica. De los
que conozco Photoshop y Paint Shop Pro son los mejores, aunque yo suelo
utilizar este último casi siempre porque ya me he acostumbrado a
él (de hecho uso la versión v5.0, un tanto obsoleta ya, pero
de momento no me ha hecho falta modernizarla).
Ahora es cuando comienza el verdadero trabajo.
Se trata de ir ampliando las zonas en las que se observan defectos (rayones,
manchas, dobleces, etc) utilizando la función de zoom (la lupa),
y cubrir o rellenar poco a poco las partes estropeadas con los colores
más aproximados, basándonos en los que aparecen en la zona
que rodea a la afectada, intentando siempre que la transición sea
lo más suave posible. Las herramientas pueden ser el espray y el
pincel, aunque en algunos casos también se puede aplicar un truquillo
consistente en copiar un trocito de imagen que este intacto y que sea muy
similar a lo que queremos cubrir y pegarlo encima. Esto puede resultar
bastante fácil en zonas con un color homogéneo, pero puede
volverse casi imposible si el problema se da en una zona rica en detalles.
Es en este último caso cuando el trabajo de restauración
se convierte en arte...
En Paint Shop Pro es posible elegir no sólo
el tamaño del pincel o del espray, sino también la textura
con la que pintarán estas herramientas (la textura "Mist" (bruma)
resulta una de las más útiles) o la opacidad y la densidad
de pixels (en general hemos utilizado valores del 100% para ambos parámetros,
pero puede ser útil emplear un valor más bajo según
lo que estemos haciendo). Los bordes entre las áreas sobre las que
hemos actuado y las que están sin tocar se pueden suavizar si es
necesario, empleando para ello los filtros de imagen de los que dispone
el programa. Se selecciona la zona usando el lazo y se aplica el filtro
(los más útiles son Blur (emborronar) y Soften (suavizar)).
Jugando con todo ello se pueden obtener magníficos resultados, aunque
desde luego hace falta práctica. Una recomendación básica:
ve salvando el trabajo a menudo. Si te equivocas al utilizar una herramienta
o no estás satisfecho con el resultado siempre podrás volver
atrás.
Para terminar, hemos subido el brillo un 15% para toda la imagen, que ya no queda tan oscura. Ya sabéis, si tenéis fotos viejas por casa que se encuentren deterioradas, con un escáner, un PC y el programa adecuado podéis repararlas. Da igual si son en blanco y negro o en color, aunque en este segundo caso hay que tener aún más paciencia y cuidado. Esto es un ejemplo de cómo las nuevas tecnologías pueden ayudarnos a recuperar nuestro pasado, y así poder legárselo a los que |