Lo que cuentan los rebollosanos
No es cierto que en un pueblo, por pequeñito que sea, no pasa nunca nada.
Dos tipos de historias encontrarás aquí |
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Las verídicas
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Las imaginadas
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¿Quieres conocerlas?
En la historia de Rebollosa de Pedro no faltan sucesos y anécdotas de toda índole, eventos que si bien no han quedado registrados en periódicos ni en libros ni en grabaciones de ningún tipo siguen frescos en la memoria colectiva de los rebollosanos. La vida misma en aquellos años en los que en las casas no había ni luz ni agua corriente, ni carreteras ni por supuesto tampoco coches, ni televisión ni mucho menos ordenadores e Internet, ese tiempo remoto (y a la vez tan cercano) en el que los rebollosanos medían las horas del día por las campanadas de la iglesia, resulta ya de por sí un relato sorprendente (vista desde la perspectiva actual) y digno de ser contado. Son muchas las historias que los abuelos rememoran en voz alta para entretener a sus nietos, avatares que son recordados de cuando en cuando en las tertulias que se forman en la plaza o frente al Ayuntamiento, unos y otros discutiendo por éste o por aquel detalle que quizá ninguno de los presentes presenció con sus propios ojos, pero que debió ser sin duda tal y como a él o ella se lo han contado. Y es que cada vez que alguien lo narra en voz alta el relato va cambiando sutilmente, nunca es exactamente el mismo. Ni lo es para el que lo cuenta, que sin ser consciente de ello siempre cambia algo cada vez que lo repite, ni tampoco para los que lo escuchan, que lo harán suyo y lo transmitirán después con sus propias palabras y a su manera. La esencia, no obstante, permanece, y el que haya más de una versión de un mismo hecho de algún modo lo enriquece. El miedo es que algo de todo esto se pierda, que llegue un momento en el que nadie recuerde alguno de estos pedazos de nuestro pasado común, que se desvanezcan en la bruma del implacable olvido y sea como si jamás hubieran sucedido... Eso sí que sería una pena. Es por eso que nos hemos propuesto recopilar en estas páginas todo lo que podamos, dejarlo escrito para que no desaparezca, para compartirlo con todas aquellas personas, rebollosanas o no, que tengan el interés o la curiosidad de leerlo. No busquéis aquí exactitud histórica. Puede que las fechas, cuando las haya, sean incorrectas, que el nombre de los protagonistas fuera otro, o que el lugar en el que se sitúa la acción no fuera donde realmente pasó todo. Como ya hemos dicho, esto no está registrado en parte alguna, aunque ahora sí que vaya a estarlo aquí. Eso sí, aquellos que conozcáis de antemano estas historias porque también a vosotros os las han contado o quizá incluso por haberlas vivido en persona, si al leer echáis en falta algún detalle o creéis que hay algo que debiera ser corregido, no dudéis en avisarnos. Y si recordáis otros sucesos que no estén en nuestra pequeña colección, por favor, escribidnos para que los incluyamos. |
He aquí tres historias que no pueden ser más diferentes entre sí, y sin embargo tienen algo importante en común: todas ellas las escribí al menos parcialmente en Rebollosa. La última de ellas, y primera en la lista, es "El lobo de Sierra Pela", de la cual os presento aquí a modo de avance el borrador de los dos primeros capítulos. En esta novela la propia Rebollosa se convierte en protagonista, pues estoy haciendo cuanto puedo por recrear el pueblo y sus gentes tal y como debieron haber sido allá por 1815. La tarea es más complicada de lo que podría parecer a primera vista, y desde luego más de lo que pensé yo mismo antes de meterme en semejante berenjenal, pero gracias a Internet las posibilidades para documentar una obra de este tipo sin moverse uno de casa son, si no ilimitadas, desde luego bastante notables. A destacar una auténtica joya, el Catastro del Marqués de la Ensenada de 1750, gracias al cual me ha sido posible saber muchas cosas del pasado de Rebollosa y utilizarlas en la novela. Os animo a que le echéis un vistazo a estos dos capítulos y lo comprobéis por vosotros mismos. Darío Pozo
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