FÚTBOL
Por mucho que a algunos (y algunas)
les pese,
el fútbol es el deporte rey en España, y Rebollosa de
Pedro
no es una excepción.
El "estadio" oficial se encuentra
en las
eras, frente al Calvario, y es escenario de partidillos, partidos y
partidazos
durante todo el verano. Pero que nadie se crea que la cosa queda
ahí.
Además de en la liguilla de las fiestas, el equipo de Rebollosa
sale fuera del pueblo para participar cada año en el
disputadísimo
Trofeo Comarca de Tiermes. En su tercera edición, la del
año
1997, los nuestros se proclamaron campeones derrotando en la final al
temible
conjunto de Tarancueña.
La crónica de ese
acontecimiento histórico
nos llega de la mano de Juan Carlos de Mingo,
uno de los integrantes del equipo triunfador en tan memorable
ocasión:
El
día en
que Rebollosa ganó el torneo de la Comarca de Tiermes
Era las siete
de la
tarde de un 16 de Agosto del 1997. La tarde era esplendorosa, el campo
estaba en inmejorables condiciones y las aficiones de Rebollosa y
Tarancueña
magníficas como siempre. Rebollosa tenía el equipo de
gala,
y la poderosa e imbatida Tarancueña se presentó con todas
sus estrellas.
Rebollosa, a
pesar
de la baja de Abel, que había realizado un torneo excelente
hasta
entonces, tenía a David en la portería (el mejor portero,
junto con Mariano de Tarancueña, que se ha visto en la comarca),
atrás Miguel y Juan Carlos realizaron un partidazo
(Moisés,
que por aquel entonces era el jugador más resolutivo de la
comarca,
pasó desapercibido) y arriba Camuñas y Dani estuvieron
efectivos.
Edu, Alex, Raúl y David dieron un aire fresco al equipo y
Jaime dirigía la orquesta. Todo aquello propició que
Rebollosa,
uno de los más pequeños de los 27 pueblos de la comarca
de
Tiermes, ganará a una todo poderosa Tarancueña.
En el
recuerdo de los
rebollosanos quedará la maravillosa tarde que pasaron y la cena
espontánea que se hizo en la escuela donde todo el mundo
colaboró.
Esperemos que las nuevas generaciones den algún triunfo parecido.
La gesta del Rebollosa
apareció en
el diario Heraldo de Soria en su edición del 25 de agosto de ese
año.
Y he aquí una foto de los
campeones
en plena celebración.
Como bien puede verse, el deporte
del balón
tiene en Rebollosa todo un bastión (toma pareado) :o)
|
CICLISMO
Rebollosa y sus alrededores
constituyen un
espacio ideal para la práctica del ciclismo en cualquiera de sus
modalidades, paseo, carretera o montaña, aunque por su
versatilidad
recomendamos especialmente las bicis de montaña.
Los más pequeños
tienen espacio
de sobra dentro del propio pueblo y en el camino del Manadero. Los
demás
pueden salir a la carretera y ampliar horizontes un poco. No hace falta
encontrarse en plena forma para hacer el recorrido hasta Pedro, apenas
a 3 kilómetros. La ida es un poquito cuesta arriba pero
se supera sin problemas. Hasta Noviales hay poco más, unos 5 km,
aunque sobre todo a la vuelta hay que superar alguna subida
de cierta importancia.
Los más deportistas tienen
varias
rutas para elegir. Las carreteras de la zona, muchas de ellas antiguos
caminos de tierra asfaltados tan sólo a partir de los
años
90, son en general estrechas y del tipo "rompepiernas", es decir, con
continuas
subidas y bajadas. El tráfico es bastante escaso por ellas, lo
que
hace que su peligrosidad sea muy reducida, pero aún así
es
importante mantenerse bien pegaditos a la derecha, muy especialmente en
los numerosos cambios de rasante con poca o nula visibilidad (y ya que
estamos con consejos de seguridad, nadie debería salir a
carretera
sin casco).
Vamos a proponer aquí varias
posibles
rutas con salida y llegada en Rebollosa. No disponemos de los
kilometrajes
exactos, pero todas están entre los 30 y los 40 y pocos
kilómetros.
Ruta 1: Rebollosa-Tiermes. "Tras los
pasos de los celtíberos"
Se sale de Rebollosa en
dirección
a Montejo de Tiermes. Los primeros kilómetros son un constante
sube
y baja, e irán calentando nuestras piernas antes de llegar a la
principal dificultad del recorrido: los Callejones. Se trata de una
ascensión
corta pero bastante violenta, con una pendiente que en algunos tramos
puede
superar el 15%. Conviene afrontarlos con un desarrollo poco exigente
para
que no nos quedemos atrancados en mitad de la subida y tengamos que
poner
pie a tierra (tampoco pasa nada, no todo el mundo puede ser
Induráin).
Es posible que veamos pasar algún buitre (son muy comunes en la
comarca), pero tranquilos, no están esperando a que nos
dé
un "patatús" subiendo ;o)
Superado el trance de los
Callejones, recuperaremos
el aliento en una suave bajada que nos conduce hasta Montejo. Al llegar
ahí se gira a la derecha bordeando el pueblo, siguiendo las
indicaciones
que nos indican el yacimiento arqueológico de Tiermes. La
carretera,
mucho más llana ahora, mejora también notablemente en
cuanto
al estado del firme, por lo que avanzaremos sin dificultad rumbo a los
molinos eólicos que se ven al fondo. Al llegar a Tiermes arranca
una corta subida (opcional) que nos conduce hasta la ermita de Sta
María
de Tiermes.
Antes de emprender el regreso, por
el mismo
camino por el que hemos venido, podemos hacer una parada
"técnica"
y reponer fuerzas tomando algo en el "chiringuito" que hay junto al
restaurante
y al hotel, enfrente del museo arqueológico. A la vuelta
habrá
que bajar los Callejones, lo cual es mucho más fácil que
subirlos, pero siempre con mucho cuidado y tocando un poco los frenos
para
no salir volando en ninguna curva.
Ruta 2: Rebollosa-Liceras. "A la sombra
de los buitres"
Nada más salir del pueblo se
gira
a la izquierda en dirección a Noviales. La carretera es de
construcción
muy reciente y está en buen estado. Dos o tres
kilómetros
de subidas y bajadas (ojo, en la última de ellas la bici se
puede
poner a más de 60 por hora) nos conducen a Noviales. Al llegar
al
pueblo se gira a la derecha, y enseguida hay que afrontar una
importante
ascensión. Ésta es más larga que la de los
Callejones,
aunque no tan dura. La carretera sube pegada a un muro de roca que se
alza
a la derecha, en cuya parte alta anidan numerosos buitres (anda, igual
que en los Callejones, a ver si va a ser verdad que están
acechando
a los ciclistas ;o)). A medida que subimos, la vista por el lado
izquierdo
se hace más y más espectacular.
Finalizada la escalada, comienza un
suave
descenso hacia Liceras. Una vez allí las opciones se
multiplican.
Se puede girar a la izquierda en dirección a Cuevas de
Ayllón
(el que quiera hacer kilómetros) o a la derecha hacia Montejo de
Tiermes. Si se elige este segundo camino se puede regresar a Rebollosa
por los Callejones o continuar hacia Tiermes como en la ruta anterior.
Ruta 3: Rebollosa-Ayllón.
"Siguiendo el río Aguisejo"
El comienzo es igual que en el
recorrido
que acabamos de ver. La diferencia es que al llegar a Noviales nos
vamos
a la izquierda, rumbo a Ayllón. La carretera sigue subiendo y
bajando
hasta llegar a un cruce con un stop, en el que deberemos girar hacia la
derecha. A partir de ahí la tendencia es a bajar suavemente
durante
bastantes kilómetros, pasando por Santibáñez de
Ayllón,
Estebanvela y Francos, hasta llegar finalmente a Ayllón. El
camino
es bastante bonito, con numerosos árboles a lo largo de casi
toda
la travesía. Atención, que todo lo que se ha bajado a la
ida luego habrá que subirlo a la vuelta, así que si no
estamos
demasiado confiados en nuestras fuerzas más vale darse la vuelta
un poco antes. Quien llegue hasta Ayllón puede hacer una parada
allí y tomar un tentempié en su pintoresca plaza mayor.
El
regreso se puede hacer invirtiendo el camino utilizado a la ida o
alternativamente
por la carretera que va por Cuevas de Ayllón, siendo esta
segunda
opción un poco más larga (la ida y la vuelta por Noviales
suman 48 km en total).
Ruta 4: Rebollosa-Ctra a
Santibáñez. "El descenso de los audaces"
Esta ruta la hemos conocido gracias
a Jaime. Se sale de Rebollosa por la carretera de Noviales y se
continúa hacia Ayllón, como en la ruta anterior, pero
apenas unos metros antes de llegar al cruce con el stop (el que da
entrada a la carretera que va a Santibáñez)
sale un camino de tierra a la
izquierda. Ese camino, que nos lleva de vuelta a Rebollosa, cuenta con
un par de bajadas bastante notables. Los que ya se las conocen casi se
olvidan de que existe el freno, pues la verdad es que no son peligrosas
(según Jaime alcanzan su máximo esplendor cuando
están llenas de barro ;o)). Los recién llegados es
posible que prefieran reducir la velocidad un poquito antes de entrar
en algunas curvas, tampoco pasa nada por ser prudentes. Más o
menos a mitad del recorrido hay una subida muy corta pero muy brusca,
cuyo principal problema no obstante no es la pendiente, sino la
abundancia de tierra y piedras sueltas que pueden hacer que la rueda
trasera derrape. Aunque caerse aquí no sería muy
terrible, pues a mitad de subida no es probable que se vaya ya muy
deprisa, también se puede optar por bajarse de la bici y subir
este trocito a pie. El camino llega a Rebollosa por detrás del
Calvario. Al final habremos hecho sólo unos 18 km, por lo que
quien se encuentre con ganas puede animarse a dar otra vuelta :o)
Ruta 5: Rebollosa-El Pico de Grado.
"La senda de los molinos"
Esta es una ruta multiprovincial, ya que
se sale de Soria, se pasa por Segovia y se termina en Guadalajara, todo
ello en menos de 20 km (y otros tantos de vuelta). Una vez más ponemos
rumbo hacia Noviales y de ahí el cruce con la carretera que lleva a
Ayllón, como en la ruta 3. Al llegar a este cruce giraremos hacia la
izquierda, camino de Atienza. El asfalto se empina durante unos dos
kilómetros, poniendo a prueba nuestra capacidad de escalada, pero esto
no ha hecho más que empezar. Un "falso llano" nos conduce
hasta el Pico de Grado, que dejamos a la derecha mientras continuamos
por la misma carretera. Enseguida empezaremos otra vez a ascender, curva
tras curva, viendo cada vez más cerca los impresionantes molinos
eólicos que se alzan sobre la Sierra Pela. Al culminar la última cuesta
entramos en la provincia de Guadalajara, y justo a la izquierda sale un
empinado camino de tierra que da acceso a los molinos. Si se ha llegado
hasta aquí con fuerzas, es posible prolongar la escapada por el sendero
que va de molino en molino, pero ojo, porque algunas de las cuestas (la
primera, sin ir más lejos) son realmente pronunciadas, y la gravilla
del camino no pone las cosas más fáciles precisamente. Aunque sea
bajándose de la bici y siguiendo a pie, merece la pena subir hasta
alguno de los molinos que hay más arriba, primero para apreciar sus
justas proporciones (enormes), y segundo para disfrutar de una
majestuosa vista de la comarca, incluyendo Rebollosa allá, abajo del
todo... El regreso es cuesta abajo en su mayor parte, lo que nos
recompensará del esfuerzo empleado en la ida.
¡Ánimo y a pedalear!
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OTROS
DEPORTES
En general, en Rebollosa se puede
practicar
cualquier deporte de aire libre que no requiera de instalaciones
especiales.
Correr a pie (eso que a veces nos empeñamos en llamar "hacer
footing")
es el ejemplo más evidente, pero también se puede probar
con la marcha atlética, el salto de longitud (anchas son las
eras),
el lanzamiento de peso (por aquí no faltan pedruscos con los que
entrenar) o el taichí (tan de moda últimamente).
Y si no
a caminar, que es la mar de sano y cansa un poco menos (o no ;o)) Aquí va una
propuesta que nos ha enviado Sonia:
Son 2 horas de ida y otras dos de vuelta, unos 12 km.
A la entrada de Tarancueña hay un camino de tierra señalizado con marcas rojas y blancas
(GR-86), correspondientes al Sendero Ibérico Soriano, y que está señalizado hasta llegar a Caracena.
En coche se puede recorrer durante 1 km, pero al llegar a un colmenar hay que dejarlo porque el camino empeora.
Tras pasar por unos trigales, una chopera y unas casas pequeñas, el camino se reduce y va junto al río.
Durante todo el camino no hay árboles (es una advertencia por si alguien lo hace en verano) hasta llegar a los Tolmos, que es la parte mas bonita, ya que las paredes del cañón
están en vertical con el riachuelo. Un poquito más adelante hay una chopera, que es justo donde
está Caracena. De hecho, si se mira a lo alto del cañón, se ve una de las iglesias del pueblo.
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