1ª Reunión de Creadores de Webs sobre Pueblos de Soria

Definitivamente, no estamos solos

Los "artesanos" de la web, reunidos

Cubo de Solana, Soria. 26 de agosto de 2005

Cuando hace ya un par de años comenzamos a realizar este sitio web de Rebollosa, estuvimos buscando un poco al azar otras webs similares de pueblos de la comarca, en parte por recopilar inspiración e ideas, y en parte también para poner algo en la página de enlaces, que no se podía quedar vacía ;o) Enseguida nos encontramos con la página de Noviales, ilustre entre otras cosas por ser la que lleva más tiempo colgada en el ciberespacio soriano, y poco a poco fuimos dando con algunas más, aunque como pasa en la realidad también nos topamos con bastantes "despoblados". 

Hace unos meses se puso en contacto con nosotros Ángel García, de la web de Barahona, para comentarnos que se estaba organizando una reunión para conocernos las personas que habíamos creado páginas webs de nuestros pueblos, compartir nuestras ilusiones y problemas y buscar posibles formas de colaboración. A Marifé y a mí nos pareció una idea excelente y enseguida nos apuntamos al evento...

... y por fin llegó el día. El lugar que nos acogió fue el Cubo de la Solana, un pueblo cercano a Almazán, que puso a nuestra disposición una sala muy bien apañadita que les sirve de punto de encuentro, biblioteca, área recreativa y acceso a Internet (seis ordenadores y una red Wi-fi, menuda envidia que nos dio a más de uno). Allí coincidimos una treintena de personas, representantes de más de veinte webs y otros tantos pueblos, dispuestos a sacarle el máximo jugo posible a la cita. Tras una introducción, llevada a cabo por el propio Ángel, en la que se repasaron posibles temas de debate que habían ido surgiendo durante la preparación de la reunión, poco a poco fuimos entrando en materia. Hay que decir que el ambiente en todo momento fue la mar de cordial y agradable, y que por momentos podría parecer que nos conocíamos casi de toda la vida. Debe ser verdad aquello que dicen de que "Dios los cría y ellos se juntan".

Una de las primeras conclusiones a las que se llegó fue la de que, muy a menudo, los que hacemos estas webs vivimos lejos del pueblo la mayor parte del año, y en ocasiones ni siquiera hemos nacido allí. Muchas de estas webs responden al sencillo propósito de mostrar nuestro pueblo al mundo, darle presencia, aunque sea modesta, en ese medio global que es hoy en día Internet, y de paso contar algo de su historia, de su fisonomía, y de las cosas que se pueden hacer o ver allí cuando va uno de visita. Hay otras, sin embargo, que pretender ir más allá, luchar por mejorar las condiciones de vida en el pueblo, denunciar aquellas cosas que se consideran erróneas o injustas, y reivindicar aquello que se necesita o echa en falta. En estos casos la tarea se vuelve más exigente y comprometida, y en ocasiones llega a ser fuente de problemas para quienes hacen la web: cuando se protesta por algo siempre hay alguien a quien no le gusta verlo escrito, más aún en un medio al que teóricamente cualquiera puede tener acceso. 

 ¿Se puede cambiar algo en un pueblo por el hecho de escribir un artículo en la web local? Depende, quizá alguna cosa sí, pero todo el mundo estuvo de acuerdo en que podrían conseguirse mejores resultados desde un punto centralizado, un sitio común que agrupe y represente a todos nuestros pequeños pueblos, y que tenga por tanto un mayor alcance, quizá el suficiente como para que la autoridad a quien le corresponda intervenir en cada caso llegue a darse por enterada. Por esa línea apostaba Isabel Goig, de Soria-Goig.com, conocedora de gran parte de los pueblos de la provincia (aún reconociendo que en esa lista le falta Rebollosa, se mostró dispuesta a cubrir esa carencia en cuanto se le presente la oportunidad), que se ofreció para hacer suya cualquier justa queja o reivindicación que se le haga llegar desde cualquier pueblo, y también para colaborar en la creación de algún nuevo medio o portal. En esta idea coincidía también Javier Narbaiza, colaborador habitual del Diario de Soria, que nos habló de un proyecto para crear un nuevo periódico digital y en papel llamado La Soria Ausente, que permitiría llevar el día a día de la provincia a todas aquellas personas que normalmente viven alejadas de ella y de sus pueblos, y ajenas por tanto a sus verdaderos problemas fuera de los periodos vacacionales.

Para ir avanzando en la puesta en marcha de ese espacio o espacios comunes se decidió crear una lista de correo en la que estuvieran todos los asistentes y también aquellas personas interesadas que no habían podido acudir, así como un foro específico. Ambas iniciativas están ya en marcha en el momento de escribir estas líneas. También se propuso el diseño de un logotipo para que apareciera en todas nuestras webs, la creación de una web que sirviera de directorio (alternativo al ya existente en Soria-Goig), y otras ideas que seguramente me estoy dejando en el tintero.

También se trataron temas específicos del medio, como las ventajas de disponer de dominios propios y de la necesidad de los enlaces entre webs para asegurarse la presencia en buscadores como Google. Otro de los problemas más recurrentes es la necesidad de encontrar un alojamiento para nuestras páginas a un precio razonable, de forma que pudieran evitarse los espacios gratuitos en los que más de una se hospedan actualmente, a costa de soportar un exceso de publicidad impuesta y no tener nunca la seguridad de que les van a "borrar" la web de un día para otro. En este sentido se respondieron dudas y se expusieron ofertas concretas, algo que agradecieron muchos de los asistentes. 

Tras tanta conversación se llegó a la hora de la comida, que nos sirvieron en la misma sala y que pagamos a escote entre todos. A continuación uno de los colaboradores de la página de el Cubo de la Solana, José María Pérez, nos hizo de guía en un ameno recorrido por el pueblo. Visitamos la iglesia y la casa-palacio de los condes de Gómara.

Aún continuaría la reunión un rato más, pero Marifé y yo decidimos regresar a Rebollosa (eran ya las cinco de la tarde y llevábamos allí desde las diez y media) antes de que nuestras dos pitufas volvieran locos a sus abuelos :o) 

Termina aquí por tanto esta crónica, no sin reseñar que se decidió por unanimidad convertir este evento en un acontecimiento periódico, a repetirse cada año el último sábado de agosto cada vez en un pueblo diferente. Esto no ha hecho más que empezar...

Darío Pozo

Si tienes cualquier comentario sobre esta sección échalo al buzón.