Las herramientas de ayer

Así se trabajaba en estas tierras...

Hasta hace tan sólo unas pocas décadas, tanto en Rebollosa como en la mayoría de los pueblos de la comarca, la tierra se trabajaba de forma artesanal, con instrumentos fabricados a mano que no se diferenciaban mucho de los utilizados mil años atrás. Hoy es difícil encontrar estos objetos, salvo en museos antropológicos o adornando las paredes de algún restaurante o casa rural. La mayoría de las personas que los contemplamos no sabemos el nombre de muchos de ellos ni para que servían. Sin embargo eran todo lo que tenían nuestros abuelos y los abuelos de nuestros abuelos, y con ellos, con sus mulos y sus vacas, se afanaban de sol a sol para sacar adelante sus campos de trigo o de cebada y sus pequeños huertos. 

Estos utensilios y su manejo empezaban ya a ser sólo un vago recuerdo cuando un ilustre rebollosano, Urbano Barrio, comenzó a entretener sus días de jubilado fabricando reproducciones en miniatura de buena parte de ellos. Gracias a su trabajo, concienzudo y detallista, podemos hoy recuperar una parte muy importante del pasado del pueblo. Para elaborar este pequeño reportaje hemos contado con la inestimable ayuda de la que fuera su esposa, Norberta Vaqueriza, que en su casa del Calvario nos mostró una a una cada herramienta, indicándonos su nombre y su uso (posteriormente hemos completado la información con las referencias que hemos encontrado en Internet, destacando los dos artículos que indicamos a pie de página).

Esta página se la dedicamos a Norberta y a la memoria de Urbano, a quien recordaremos siempre con el máximo cariño.

INSTRUMENTOS DE LABRANZA Y OTROS UTENSILIOS

UTILIZADOS EN REBOLLOSA

1. ZOQUETA: Especie de guante de madera que se utilizaba a la hora de segar, con el fin de protegerse los dedos y no cortarse con la hoz o con el dalle (guadaña). El nombre le viene de su parecido con un zueco.

2. PALA: Palas hay muchas, pero este tipo concreto se empleaba, de forma complementaria a la horca (3), para volver la parva (mies) durante la trilla (proceso consistente en separar el grano de la paja).

 3. HORCA: También se usaba para volver (sacar a la superficie la parte que ha quedado abajo para exponerla al trillo (4)) la parva durante la trilla. Después, junto con el vieldo (5), se utilizaba para aventar la parva.
4. TRILLO: Como su nombre indica, este el principal instrumento de la trilla. Consiste en un trapezoide de hasta dos metros de longitud, hecho con tablas de madera, con gran cantidad de piedrecitas cortantes incrustadas por toda su parte inferior. Por la parte delantera se levanta un poco hacia arriba, a modo de trineo, para facilitar su arrastre. Atado a una bestia mediante cuerdas, se le hacía pasar varias veces sobre la parva extendida, machacándola y cortándola para que el grano se fuera separando de la paja.

La trilla o trillado se realizaba en las eras, hasta donde se transportaba la mies segada desde los campos con la ayuda de amugas (7) y redes (8).

5. VIELDO: Muy similar a la horca pero más elaborado, el vieldo se utilizaba para aventar la parva ya trillada, es decir, lanzarla al aire para que el viento arrastrase la paja (más ligera) quedando el grano en el suelo, listo para su recogida.

6. ANGUERA: Este utensilio se utilizaba para llevar la paja (ya desprovista de grano tras la trilla) de la era al pajar, y era acarreada por dos personas.

7. AMUGAS: Se colocaban sobre las caballerías para transportar los haces o fajos de trigo desde los campos, y llevarlos a las eras para proceder a su trillado.

8. RED: Colocada sobre las amugas, servía para llevar los manojos de mies más pequeños, que habían quedado fuera de los haces.

 

9. YUGO: Pieza de madera que se colocaba sobre el cuello de las bestias de carga, a la que se ataba el timón del arado (11) o bien la lanza o pértiga del carro.

10. NARIGUERA: Este curioso utensilio se empleaba para sujetar por las fosas nasales a una vaca, y de ese modo conseguir que se mantuviese inmóvil mientras se la atendía o transportaba.

11. ARADO: Este apero de labranza lo han utilizado agricultores de todo el mundo desde hace más de cinco mil años. El utilizado en estas tierras procede del arado romano. Arrastrado por personas o por animales de carga (mulos, caballos, bueyes e incluso vacas), remueve y airea la tierra al tiempo que la abona enterrando en ella los restos de la anterior cosecha, haciendo surcos en ella sobre los que posteriormente se arrojarán las semillas. Hoy en día son los tractores los que tiran de ellos, pero el principio sigue siendo el mismo.

La parte metálica que se clava en la tierra se llama reja. Por encima de la reja van las orejeras, que apartan a los lados la tierra que va rompiendo la reja, y tanto reja como orejeras van sujetos al dental. La pieza más alargada (a la derecha en la imagen) es el timón, cuyo extremo superior se ata al yugo, mientras que el inferior va unido a una pieza llamada cama, que a su vez termina en el ya mencionado dental. El labrador podía ir detrás del arado sujetándolo por la agarradera o esteva (la pieza alargada, curvada en el extremo, que se ve en la parte izquierda de la imagen), o bien por delante guiando a los animales. En la mano llevaba la restola (a la izquierda de la imagen, colocada sobre el timón), que era una vara con una pieza más o menos triangular en un extremo, que lo mismo servía para arrear y dirigir a las bestias que para limpiar la reja.

La reproducción que aparece en la foto, realizada como todas las que aparecen en esta página por Urbano Barrio, es especialmente bonita, e incluye yugo y restola.

12. PALA: Este otro tipo de pala se empleaba, entre otras tareas, para cavar en el huerto para plantar hortalizas y legumbres.

13. RASTRILLO: Otro utensilio propio de las labores del huerto, utilizado para remover la tierra.

14. ALBARCAS: Las albarcas eran el calzado típico en las zonas rurales. Se hacían con tiras de cuero sin curtir, sujetas al tobillo con cuerdas de crin. A las de menor tamaño (como las de la foto), utilizadas por mujeres o por niños, se las llamaba albarquillas.
15. RUECA y HUSO: Estos artilugios se utilizaban para hilar la lana y formar ovillos, con los que posteriormente tejer distintas prendas. La rueca se fabricaba con un palo o vara con varias ramas atadas en la parte superior de forma que quedase una cavidad en el centro. En torno a esta parte se iba enrollando la lana, previamente cardada. El extremo inferior se fijaba en algún hueco en la pared o en el entablado del suelo de forma que el conjunto pudiese girar sobre su eje. La lana se iba girando y recogiendo en torno al huso, que tenía una ruedecilla de madera al final para impedir que se saliera el ovillo que se iba formando.
16. LAVADERA: Plataformas rectangulares hechas con tablas de madera, con un soporte o tope en un extremo para sujetarla en el borde de un arroyo o de una fuente, quedando el otro extremo dentro del agua. Sobre ella se restregaban las prendas hasta conseguir sacarles la suciedad. La de la imagen es de pequeño tamaño, construida para ser utilizada por una niña (jugando se aprendía).
17. CESTOS: Hechos de mimbre trenzado cuidadosamente, su fabricación era todo un arte, y su utilidad enorme. Se puede decir que servían para todo. Todavía hoy queda algún artesano que vive de su fabricación, aunque se trate ya de una especie en vías de extinción.
Si queréis saber más sobre cómo se realizaban las antiguas labores del campo, en Internet podéis encontrar abundante información, pero nosotros os recomendamos el artículo que aparece en el sitio web de nuestros amigos de Barahona, al que podéis acceder pulsando aquí. Para leer sobre el trabajo con la lana, tenéis un artículo en la web de Alcózar, que podéis encontrar aquí.

 

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