El porqué de este sitio web

Rebollosa de Pedro es un pueblo de la provincia de Soria, cuyo ayuntamiento está agrupado al de Montejo de Tiermes. Es un lugar chiquitito, chiquitito (una aldea más bien), en el que algunos dirían que "no hay nada de nada". Sí, es verdad que por no haber no hay ni un simple bar, ni una tienda, ni un quiosco en el que poder comprar el periódico, y por si eso no fuera poco buena parte de los móviles se encuentran sin cobertura (sólo funcionan los de Movistar, y no en todas partes del pueblo). Todo eso es cierto, pero para todos aquellos que hemos vivido o incluso nacido aquí, pocos lugares hay más especiales en el mundo.

Rebollosa de Pedro, vista desde la carretera a Pedro

Hasta los años sesenta Rebollosa vivía de la agricultura y de la ganadería bovina, pero llegados los setenta comenzó a vaciarse poco a poco, como tantos otros pueblos del interior. Eran muchos los que emigraban a Soria capital, a Madrid, a Barcelona o a Zaragoza, en busca de una vida menos dura y de mejores oportunidades para sus hijos. A finales de esa década muy pocas familias residían ya en el pueblo durante todo el año, pero gracias a la tenacidad de algunas de estas personas, que aguantaron allí durante décadas hasta ser ya muy mayores (es el caso de Miguel y Damiana), el pueblo no quedó del todo despoblado. Cada verano, eso sí, los ausentes regresaban casi todos a tiempo de participar en las fiestas (trasladadas al primer fin de semana de agosto con ese fin), y por unos días al menos parecía que nada hubiera cambiado...

Hoy en día el pueblo se queda casi completamente vacío en invierno, y aunque se sigue habitando en verano, a veces resulta imposible evitar una cierta melancolía al ver cómo algunas de las casas y majadas más viejas se van viniendo abajo, cómo a los mayores cada año les cuesta más trabajo subir la calleja, o cómo los que hace pocos años eran niños que trotaban por la plaza ya no vienen con sus padres, prefiriendo pasar las vacaciones en otra parte...

... y sin embargo se avanza. Todas las casas tienen luz y agua corriente, algo impensable hace tan sólo unas décadas, la carretera está asfaltada, y no son pocos los rebollosanos que han rehabilitado sus casas y las han hecho más confortables de lo que nunca fueron. Los hijos de los que emigraron poco a poco los van haciendo abuelos, y los niños nacidos en la ciudad descubren felices este lugar en el que pueden jugar sin peligro, en el que no hay de nada pero en el que nada les falta, y sus risas consiguen rejuvenecer un tanto a la anciana Rebollosa. 

En esos momentos en los que el tiempo parece detenerse siempre hay quien dice eso de que "tenemos que intentar que esto no se pierda, que siga habiendo vida en el pueblo, aunque sea sólo en verano, que no se nos caigan más casas y que los niños sigan viniendo." Y todos los que lo escuchan asienten, y algunos incluso proponen ideas para que así sea...

... y ésta es una más. Construir un lugar en el que poder visitar el pueblo aunque se esté lejos de él, enseñárselo a los amigos aunque nunca vayan a ir, sentirse un poco más cerca del resto de los paisanos, de los familiares y de los vecinos a los que sólo se ve, con suerte, durante unos días de agosto, y por qué no, presumir un poquito de pueblo, que parece que no es nada pero hasta tiene sitio web.

Rebollosanos y amigos de rebollosanos, sed bienvenidos. Éste también es vuestro sitio.

Ovejita rebollosana

Si quieres ponerte en contacto con nosotros usa el buzón.