Ésta es sin duda la parte del pueblo que más
ha cambiado últimamente. El camino, que continúa cuesta
arriba dejando atrás el
Ayuntamiento y la iglesia, separa dos zonas
bien diferentes. A mano derecha según se sube se ven casas bien
arregladas y con buen aspecto, signo evidente de que se encuentran
habitadas (aunque sólo sea en verano).
A mano izquierda, hasta hace poco, casas y majadas aparecían
ruinosas, algunas incluso semiderruidas, lo que daba una imagen un
tanto triste a la zona. Durante el mes
de septiembre de 2003 se procedió al derribo de esos restos y a
la
limpieza de los escombros, quedando el terreno preparado para que sobre
él se levanten nuevas construcciones (ojalá que sea
así
y lo veamos todos pronto). Ahora es posible contemplar la iglesia sin
ruinas que la estorben, pues donde antes había paredes y maderos
caídos ahora se ve sólo la sierra. Puede que a alguien le
dé un poco de pena al principio contemplar esta parte tan
vacía, pero lo cierto es que el pueblo ha salido ganando.
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